Esas fiestas del Pont de la Purísima estuvimos en una casa rural de
Montrós, en el centro de la Vall Fosca.
Desde allí salimos en coche hasta el vecino pueblo de Espuí, a 1.285 m. de altitud, donde
inicialmente debía situarse el centro neurálgico de la nueva estación de esquí
proyectada; al final lo único que ha quedado han sido instalaciones a medio
construir, apartamentos vacíos en venta y han arruinado la ilusión depositada por los
habitantes del valle.
En Espuí, al borde de la carretera que muere en el Pantano de Sallent, al final de la Vall
Fosca, dejamos el coche.
Estaba todo helado, esa noche había estado el cielo raso y la poca humedad con
las bajas temperaturas se convirtió en blanca escarcha.
Salimos por un camino asfaltado que nos guía en descenso paralelo a la dirección de las
aguas del río Flamicell, enseguida nos damos cuenta que no es la dirección
correcta y volvemos sobre nuestros pasos y encaramos el camino que circula a contrapelo de las aguas del Flamicell.
Ahora sí, enseguida comienza un ligero ascenso y se adivina el camino que
debemos seguir : una continua rampa que gana nivel a base de horquillas, ahora
al norte ahora al sur.
Debemos cruzar un paso canadiense cerrado con una portera de alambres que
evita que el ganado baje a las inmediaciones del pueblo.

La carretera sigue en ascenso continuo, aunque no es todavía exigente, al
fondo se empieza a adivinar el desnivel que estamos superando, el pueblo se
empieza a perder y el coche apenas es un punto blanco al borde de la carretera.
Espui, el coche señalado con una flecha roja

Tubería forzada con vías de vagoneta
Estas aguas son recogidas de todos los embalses del Parc nacional y centralizadas
finalmente en el Estany Gento, desde allí se derivan a la cámara y desde aquí se dejan caer por las tuberías forzadas con el objetivo
de producir energía.
También desde Estany Gento
caen las aguas directamente al pantano de Sallent por tuberías que se encuentran en el interior de la montaña, donde espera otra
central hidroeléctrica.
Como curiosidad estas aguas son reversibles, es decir, una vez han
producido la energía son retornadas al Estany Gento por la noche con bombas que
utilizan la energía sobrante no utilizada.
La nieve aparece en las zonas sombrías, más bien es hielo debido a la baja temperatura, las ruedas la hacen crujir a su paso y se hace más notable al cruzar un helado riachuelo.



Cada giro del camino en 180º incrementa la distancia con Espui, cada giro es una estampa nueva donde las casas de Espui al fondo del valle son diminutas y nuestro coche prácticamente una mota de polvo.
Nos encontramos con cazadores de jabalís que
sentados en los puestos al borde del camino esperan la aparición del animal que
los perros intentan sacar de su guarida, al fondo del frondoso bosque de pinos y abetos se oyen ladridos y
aullidos mezclados; hablan entre ellos por walkie-talkie para avisarse de que estamos subiendo,
nos tranquiliza algo pues un error al confundirnos con un animal podría ser
desastroso.

El bosque ya queda atrás, llegamos a la zona donde han desaparecido los
árboles, donde el camino se divide en dos, a la izquierda se dirige a una zona
intermedia de la tubería que desciende con las vías de las vagonetas desde la
cámara de aguas; a la derecha nace la rampa más dura y deja ante nuestros ojos
la visión del pico Lo Tossal, de 2.482m.
Lo Tossal (2.482 m)

Espuí, en el fondo del valle

En el siguiente giro que encontramos nos lleva dirección Lo Tossal, nos asciende otros cuantos de metros y cuando nos devuelve a la misma situación sobre el pueblo este ya no es visible.

Estamos en la carena de la montaña, esa línea imaginaria que al cruzarla pasas de un valle a otro, así es, pasamos de la Vall Fosca a la Vall d'Àssua, donde en su falda debe descansar Llessuí; las viejas instalaciones se pueden llegar a ver, hay viejos postes que sujetan aún los telesillas en oxidados cables; todo ello ofrecen un testimonio mudo de lo que representa el abandono de actividades de este tipo en la montaña. en este caso abandonada desde 1988.
Vall d'Àssua, al fondo instalaciones de Llessuí abandonadas
El camino se desvía a la derecha siguiendo la carena, nosotros nos desviamos a la izquierda para acercarnos a la cámara de aguas, desde donde hay una bonita perspectiva del descenso de la tubería acompañada por las vías de vagoneta, al fondo parecen ambas precipitarse al vacío.
Carteles indicadores
Carteles indicadores
Tuberías forzadas

Al final alcanzamos una caseta donde refugiarnos del viento helado, nos sentamos al sol a comer y recuperar fuerzas antes de bajar a la cámara de aguas.
Reponiendo fuerzas frente al frío
Hay que iniciar desde este punto un descenso corto pero pronunciado que, por cierto, lo primero que pensamos es que después habrá que subirlo de nuevo; al final llegamos a la cámara de aguas, un par de casetas con, suponemos, la maquinaria custodiada en su interior.
De allí nace la tubería forzada que desciende hasta la central de Cabdella.
Cámara de aguas

Una vez recuperado iniciamos el descenso, el tiempo se está revolviendo y no parece que sea muy aconsejable quedarse ahí, el frío es notable y da la sensación que esas nubes amenazan con nieve.
No nos damos cuenta, pero pese a la rapidez con que bajamos las nubes se nos echan encima, la niebla nos tapa, pero cuando llevamos media bajada dejamos atrás la niebla y al fin, muy cansados nos reencontramos con el coche.
No nos damos cuenta, pero pese a la rapidez con que bajamos las nubes se nos echan encima, la niebla nos tapa, pero cuando llevamos media bajada dejamos atrás la niebla y al fin, muy cansados nos reencontramos con el coche.
Descenso entre la niebla
Recorrido