Aiguafreda
A dos kilómetros cruzamos el Pont d'en Pere Curt, entrando en el municipio de Tagamanent, y otros dos kilómetros más allá cruzamos el Pont de la Bisbal, volviendo a entrar en términos de Aiguafreda.
Poco más adelante, y siempre en desnivel mínimo, superamos la casa nova de Sant Miquel, y de nuevo tenemos que cruzar otro puente, el de Picamena, que nos adentra de nuevo en el término de Tagamanent y nos obliga a tomar la primera decisión : pista de la derecha o pista de la izquierda.
La decisión es sencilla dado que hay un rótulo de señalización que nos indica el camino que debemos seguir : el Turó de Picamena, el Clot, La Mora, La Caseta y el Pla del Bassau en el Pla de la Calma.
Rótulo
A partir de este punto la subida se acentúa y el desnivel empieza a ser notable.
Duro ascenso hasta la masía del Clot - Bonitas vistas del vall de l'Avencó y al fondo cinglers de Berti
El final del primer ascenso lo encontramos al alcanzar la masía del Clot, la cual data del 1.735; la altura es considerable y desde aquí las vistas panorámicas sobre el vall de l'Avencó, els cinglers de Berti, el Pirineus y Montserrat es impresionante.
Masia del Clot
Poco más arriba llegamos a la ermita de Sant Cebrià de la Mora que data del siglo XI y está a una altitud de 975 m.
Aprovechamos la parada de la ermita para reponer fuerzas y recorrer un poco sus alrededores trialeros.
El ascenso se hace duro, incluso debemos subir por zona que no es camino sino piedra directamente hasta alcanzar La Caseta.
Finalmente salimos al Pla de la Calma, recorremos el camino hasta alcanzar Collformic.
El recorrido tiene unas espectaculares vistas de todo el valle con el Turó de l'Home vigilándolo desde las alturas.
Vistas del valle
Volvemos sobre nuestros pasos, por el camino del Pla de la Calma, buscando el descenso que debe bajar por las cercanías de la ermita de Santa María de Tagamanent.
En los inicios del descenso, realizamos una nueva parada para comer, aunque esta vez hay quien se toma el descanso en serio.
Finalmente encontramos la masía de El Bellit, poco más adelante iniciamos el descenso.
El descenso se convierte en vertiginoso, en un momento dejamos a nuestro lado la ermita de Santa María y hay rampas de un porcentaje brutal, menos mal que es descenso.
Poco después la panorámica nos muestra la herida que produce en la montaña una cantera.
El camino es polvoriento a más no poder, las biciletas se vuelven blancas debido al polvo levantado y depositado sobre el camino por el paso de los camiones de la cantera.
Finalmente alcanzamos de nuevo el camping de l'Avencó y con él de nuevo volvemos a Aiguafreda.
Cantera
Recorrido