Mapa de la ruta de les Ermites
Esta vez fuimos con la furgoneta de Javi, mi vecino.
El inicio combina alguna pequeña subida con llanos donde los edificios de la industria de la zona se asienta.
Un pronunciado descenso deja paso a su derecha al camino que lleva hasta la ermita de Santa Margarida de Vallors.
Seguimos rectos hasta en ligero ascenso llegar a la horquilla donde está la fuente dels Abeuradors.
El camino está muy seco, apenas ha llovido este otoño, se convierte en polvoriento y molesto, cada vez que nos avanza un coche hay que bajar el ritmo para no tragar polvo.
Después de 9 kilómetros dejamos a la derecha el camino que lleva a la ermita de la Mare de Déu del Pedró, la idea es visitarla a la vuelta y desde aquí alcanzar la ermita de Santa Margarida de Vallors.
El camino sigue polvoriento pero deja el desnivel para planear, se empiezan a ver los castaños.
El camino entonces empieza a descender, al fondo se adivina un gran valle que clarea y anula por completo el bosque.
Y el claro deja paso a una imponente masía : El Sobirà, desde donde poco más abajo nace otro camino que quizás algún día haya que recorrer también : la ruta dels bandolers.
Seguimos descendiendo y, sin darnos cuenta, nos dejamos a la derecha el camino de retorno.
Llegamos hasta el fondo del valle donde un río nos acompaña e incluso debemos cruzar justo después de ayudar a una ciclista a colocar la cadena que se le ha salido de su sitio.
El profundo bosque de castaños
Así que después de un buen rato, viendo que definitivamente estamos perdidos, nos encontramos un ciclista el cual nos aconseja subir por un camino que no es el previsto o bien regresar por lo andado.
Nos arriesgamos de nuevo y tomamos la primera opción, todo el camino es en ascenso, lógico, no hemos hecho más que descender perdidos.
Después de que el bosque cambie y se convierta en un encinar, nos encontramos con una imagen que hace referencia a Pilar Molins, viuda de Ramón Maria Albó.
Y poco más arriba llegamos a una masía, donde una señora muy amable nos indica que nos encontramos en el camino correcto que nos debe llevar a la ermita del Pedró.
Vive en medio de la nada, sin estrés, ahora un poco entristecida porque puede afectarle la línea de muy alta tensión (MAT).
Tiene una enorme masía, L'Albó, que incluye una pequeña ermita propia, todo adornado con una bonita fuente de cristalina agua a la que sombrea un acebo.
Poco más arriba de la masía hacemos una parada para comer.
Una vez retomamos el camino, nos aparece a nuestra derecha el que viene del Sobirà y que perdimos, el resultado han sido unos cuantos kilómetros de más.
En una encrucijada de caminos, donde se juntan cuatro con el que traemos cinco, el bosque se espesa y apenas pasa la luz.
El camino de la derecha debe llegar hasta El Sobirà, el de la izquierda a Santa Margarida y los dos rectos que se van separando pasan por El Pedró, donde finalmente aterrizamos a los pies del gigantesco castaño que hay a su puerta.
Ermita del Pedró
Finalmente se hace tarde para uno de nosotros y decidimos volver de nuevo por el camino polvoriento sin pasar por Santa Margarida de Vallors, no sin antes atravesar por el bosque de abetos que da cobijo a centenares de setas de todo tipo; después nos espera Font de Abeuradors y la última subida que nos lleva a la zona industrial y de nuevo a Sant Hilari Sacalm.
Bosque de setas
Recorrido