13 de agosto de 2022 - VII Pedales del Tajo

Carrera que organiza anualmente la Asociación Deportiva Piedras Albas, este es el tercer año que me inscribo junto a mi cuñado y otros amigos del pueblo que formamos un buen grupo.

Como cada año hay 2 recorridos, el corto de unos 32 kilómetros visitando Zarza la Mayor, el largo sobre los 55 km con un desnivel aproximado de 800m que este año pasa por Estorninos.
 
También este año la carrera larga está dividida en dos bucles o loops (recorrido circular) que nacen y mueren en Piedras Albas circulando por los caminos de las dehesas extremeñas entre encinas y olivares y también con algún pequeño rincón de eucaliptus y pinares.
 
El alcalde nos dio la salida a las 9,00h de la mañana bajo un día nublado y fresco, ideal para la práctica de cualquier deporte y más habiendo pasado una ola de calor que ha dado temperaturas de hasta 42 grados.



Como en la edición de 2019, el primer bucle sale de la plaza Mayor de la Concordia de Piedras Albas, abandona el pueblo por su punto norte para enlazar con la dehesa de encinas que nos adentra hacia la cantera, que la dejamos a la izquierda del camino, alcanzamos un fuerte descenso muy peligroso al haberse abierto en el suelo un carril por la acción del agua de las tormentas.
Justo en este punto, el compañero Jaime se cae y se rompe la clavícula; nosotros seguimos poco más adelante avanzando hacia Zarza pues somos ajenos a esta desgracia.
Cruzamos el arroyo de la fuente del Moral donde se acaba el camino y debemos seguir el sendero, y así siguiendo por el seco arroyo del Sastre alcanzamos la portera del embalse de los Navarros que da pie a una fuerte bajada y entramos de nuevo en camino.
Nos encontramos la primera rampa seria de la carrera, la subida de los Navarros; una vez superada y pasado el cruce que lleva a la ruta del montón de trigo iniciamos un suave ascenso que una vez superado nos deja en las puertas del pueblo en la laguna de los Prados, y de allí entramos por la cañada real, justo en la capilla del Castillo.



Entrada por la cañada real

En este punto nuestras mujeres nos avituallan de agua tal como estaba previsto justo antes de ascender el empedrado camino de la fuente de la Santa que desemboca en la carretera EX-117.


 Avituallamiento


Una vez superado el ascenso y saliendo a la carretera veo la ambulancia y a Yolanda, la mujer de Jaime, con cara de preocupación; pero yo ajeno a todo sigo el camino que me indican dirección al valle Grande y la fuente de Navasardina, para bajar de nuevo hasta la carreteras EX-117 que se debe cruzar para iniciar el camino de los olivares.

No habré recorrido más allá de dos kilómetros que en una bajada noto un ligero baile en la rueda trasera, enseguida detecto que la rueda se ha pinchado.
Mi desesperación viene cuando saco las dos cámaras de recambio que llevo y ninguna me sirve.
¿Motivo? Pues como este año he cambiado de bici, trasladé la bolsa de herramientas y cámaras de una bici a otra sin darme cuenta que la antigua utiliza pitorro ancho y la nueva estrecho.

Pasan tres o cuatro competidores y todos con rueda de 29 (mi bici monta 26); uno de ellos es el compañero Santos que lee en el Whatsapp que Jaime se ha roto la clavícula, entonces empiezo a ligar el tema de la ambulancia con el estado anímico de Yolanda.

Parece como si nos hubieran dado un mazazo a todos los compañeros del grupo, decido abandonar la carrera e ir andando hasta la carretera buscando el camino más corto, total, unos 4 km caminando con la rueda trasera pinchada.

Desde este punto llamo a mi mujer para que me recoja y me lleve al punto de meta, donde nos informan que la carrera se ha suspendido debido al accidente pues no hay una segunda ambulancia de asistencia por si hiciese falta, totalmente comprensible.