12 Agosto 2018 - V Pedales del Tajo

Carrera que organiza anualmente la Asociación Deportiva Piedras Albas, este es el primer año que me inscribo con mi cuñado y desde aquí felicitamos a la organización por su buen trabajo realizado, bien señalizada la ruta, puestos de asistencia y avituallamientos en puntos claves y apta y accesible para todos los públicos al tener 2 recorridos, el más corto sobre 25 km y el más largo que la organización afirma tener una distancia total de 53 km con un desnivel total acumulado de 749 m, a nosotros nos salieron 55,48 km con un desnivel de 900 m aproximadamente.
 
La carrera larga está dividida en tres bucles o loops (recorrido circular) que nacen y mueren en Piedras Albas circulando por los caminos de las dehesas extremeñas entre encinas y olivares y también con algún pequeño rincón de pinares.
Una traca da la salida a las 9,00h de la mañana bajo un sol todavía benévolo y que aún se niega a castigarnos.

 
Punto de salida 
 
En medio del grupo, de amarillo, en segunda fila tras los entrevistadores de TV de Extremadura.




¡ Salida !
 
 


Aquí medio cuerpo cortado
en la foto



En medio del grupo buscando la salida del pueblo


El primero de los bucles se enfoca desde el pueblo hacia el este buscando el reculaje del embalse de Alcántara, no tiene grandes desniveles y su recorrido mayoritariamente pasa por dehesas, encinas y olivares.



Los inicios son caminos aptos para vehículos con algún eucaliptus

En la subida pasamos a caminos menos ciclables y más trialeros donde hay que seguir por las rodadas de los tractores, incluso en ocasiones ni siquiera hay rodadas y se debe atravesar por piedras (canchales).



(*)






El primer bucle llega a su final y prácticamente sin pisar el pueblo vira a la izquierda tomando dirección Estorninos para iniciar el segundo bucle.
El recorrido se vuelve sencillo al carecer de desnivel, va planeando entre dehesas hasta alcanzar el km 18 donde está el primer avituallamiento.
 
 
 
 Por la dehesa, a punto de alcanzar el punto de avituallamiento (Km.18)

Un par de refrescos nos hacen recuperar del calor que ya empieza a dejarse notar. La organización nos advierte del recorrido : empieza a descender hacia Portugal pero nos debemos guardar fuerzas pues nos espera el más duro de los ascensos, según ellos 100 metros de dura subida, no más.
Así es, efectivamente, se desciende dirección Portugal casi tocando la frontera (rio Erjas) y justo en el punto más cercano al río se inicia el duro ascenso, una fuerte rampa tipo cortafuegos que hay que tomarse con calma, no es larga pero sí castiga hasta alcanzar de nuevo la dehesa donde se vuelve a circular por camino rodado con eucaliptus en sus arcenes hasta finalizar el segundo bucle, de nuevo en Piedras Albas.
 
 
 


De nuevo en la dehesa extremeña camino de Piedras Albas 
 
  
Curiosa foto de estampa típica extremeña : dehesa, encina y toros
 
Ahora sí, este segundo bucle entra en el pueblo hasta su plaza mayor (de la Concordia le llaman) donde se dio la salida y donde acaba el recorrido corto, nosotros vamos por la parte izquierda directos al avituallamiento.
Nos tomamos un nuevo refresco, un poco de fruta y de nuevo abandonamos el pueblo, esta vez dirección norte hacia Zarza la Mayor.
Salimos por la calle paralela a la carretera y nos adentramos por una calleja que nos introduce de nuevo en la dehesa de encinas que nos va a acompañar ya hasta el final de la carrera.
Este tercer bucle ya lo hemos recorrido en varias ocasiones en otros años cuando hemos veraneado en Zarza, entramos a la dehesa por la portera que abre el camino a la cantera.
El camino, muy cuidado y ciclable, navega entre llanos y descensos. Una vez queda la cantera a la izquierda del camino se alcanza un fuerte descenso avisado con una nota por ser peligroso, el agua ha realizado diversos canales donde puede entrar una rueda y provocar alguna caída, de nuevo un buen trabajo de la organización.
Al acabar este descenso se cruza el arroyo de la fuente del Moral y se acaba el camino pasando a sendero, y así siguiendo por el seco arroyo del Sastre alcanzamos la portera del embalse de los Navarros donde, sin cruzarla, se vira en 180º para retornar a Piedras Albas.
Ahora nos encontramos dos duras subidas, se combinan con el máximo esplendor del calor, posiblemente esté ahora en uno de sus puntos álgidos,  la hidratación es ahora necesaria y muy a menudo hay que tirar de bidón y de camelback.
Antes de alcanzar otro arroyo, el de la Tarraguera, cruzamos una portera a nuestra derecha y el sendero, que no camino, circula paralelo al camino que hemos traído antes pero ahora en dirección totalmente opuesta.
Se combinan los senderos con caminos, pero siempre pasando por dehesas de encinas y senderos plagados de cardos, no hay otra vegetación.
 
 
 
 
 
 
 
De nuevo caminos entre dehesas de encinares
 
 
 
 
 
 
 
 
De nuevo alcanzamos la zona de la cantera, donde piedras abandonadas de viejas extracciones adornan los senderos donde siempre los cardos nos acompañan, pero ahora aparecen los olivos que sustituyen a las encinas.
 




Las piedras extraídas de la cantera rodeadas de olivos 


Seguimos los senderos señalizados, pasamos entre los olivos donde es fácil perderse hasta alcanzar una charca de la cantera.

 
 
 
Una charca en la cantera
 
 
 
 
 
 
Creíamos que seguiríamos en paralelo al camino opuesto que antes habíamos traído y que se encuentra al otro lado de la cantera, pero en este punto el recorrido vira en diagonal hacia el oeste, dirección Portugal.
Vemos que todavía quedan 8 km cuando realmente el pueblo está no a más de 2 km, con lo cual nos tememos que vamos a conocer nuevos parajes cercanos a Portugal.
Hay muchas ganas de acabar pues el sol nos está castigando, pero hay que destacar que por estos caminos aparecen punteadas los que llaman canchales, piedras con formas de setas, otras con forma de huevo, otras como cabezas de animales, piedras con formas imaginarias.
 
 
Piedra con forma imaginaria
 
Llega un momento, quizás el más cercano a la frontera, el río Erjas,  que los olivos desaparecen y ayuda todavía más que el sol nos castigue.
Superamos un asistente de la organización que está bajo la sombra de una de las escasas encinas, y entramos en un camino donde debemos seguir las rodadas del tractor, pues su parte central es un sembrado de cardos; al fondo Portugal con su pueblo fronterizo : Segura.
 










Circulando por un camino rodeados de cardos



Pueblo fronterizo de Portugal : Segura

 
El camino se vuelve ancho y limpio, ciclado por vehículos, pero siempre en constante desnivel dirección Piedras Albas.
Un par de duras subidas, donde bajo la sobra hay una fotógrafa de la organización, nos dejan ver al fondo las primeras casas del pueblo, nuestro destino y final de la carrera.
 
 
 
 
Últimas subidas (*) 

 
 
 
Pasamos por la piscina municipal y bajamos hasta la plaza de la Concordia, donde entramos animados por los compañeros que han llegado antes o bien decidieron hacer el recorrido corto.
 

 
(*) Vídeo y fotos extraídas de la web de Pedales del Tajo