2 Noviembre 2019 - Garraf (Mas Milà - La Fassina - Ermita - Vallcarca - Campdàsens- Can Lluçà - La Fassina - Mas Milà)

Recorrido circular, de 42,5 km en total y 1.000 m. de desnivel positivo acumulado aproximadamente.
El recorrido al igual que otros comentados del Garraf lo iniciamos junto al campo de fútbol de la urbanización Mas Milà y en ligero ascenso seguimos la pista forestal que circula por el fondo de Querol, hasta alcanzar la Urbanización Can Lloses o Valles Altos, en su parte norte adentrada en el Parque Natural del Garraf.
En este punto viramos a la izquierda buscando dirección del Monasterio budista, y en poco más de 300 metros nos desviamos a la derecha para descender por el fondo de les Llenties, esta vez lo hemos intentado siguiendo el camino más ancho y unos metros más adelante, donde comienza el descenso, nos adentramos en un estrecho camino pedregoso que finalmente se convierte en peligrosa trialera que ha esculpido el agua y la lluvia convirtiendo el camino transitable en un sendero con un canal en el centro, imposible de ciclar. Al final, llegamos al llano, nos desviamos a la izquierda en contra del curso de la riera, alcanzamos el camino que desciende del 'matamachos', esa rampa con pendientes del 19% que dejamos a nuestra izquierda y que lleva a Quatre Camins o Coll de Llebreta a 239m. de altitud y que después deberemos ascender.
Siguiendo el descenso hacia la derecha enseguida alcanzamos La Fassina y nos vamos a buscar el camino de Vallcarca, donde ya hemos comentado en otras excursiones sus preciosas vistas al mar, desde donde vemos la masia de Mas Quiquell con la cantera de Vallcarca al fondo, la cual en ascenso deberemos rodear más tarde.


 
La Fassina

Vistas desde el camino de Vallcarca, con Mas Quiquell y la cantera al fondo
 
Descendemos por el camino dejando a nuestra izquierda el desvío al complejo Casanova (después llegaremos por este camino), también quedan a la izquierda los desvíos a Mas Quiquell (que desciende hasta la cantera) y el del campo de tiro de Sitges.
Es el cuarto desvío a la izquierda el que tomamos, junto al parking de coches, para descender a la ermita de la Trinitat.
Enseguida encontramos una cadena que impide el paso a vehículos motorizados, y poco a poco se adentra en el bosque en leve descenso.
Llegamos al fondo del Ballaric, donde nos cruzamos con la riera, allí se nos presenta una disyuntiva, a la derecha un camino de duro desnivel o bien seguir rectos por el mismo camino que hasta este momento llevamos, tomamos la peor opción : seguir recto.
Ello nos lleva a una masía abandonada, posteriormente sigue en leve ascenso hasta enfrentarse a la cantera,  todo lo contrario de lo que buscamos. Decidimos seguir pues parece virar a la derecha, empieza a descender, efectivamente parece querer revolverse a rodear la montaña pero tras un leve ascenso… allí muere, solo sigue un sendero por el cual habría que seguir andando y sin saber a dónde nos podría llevar.
De regreso hasta el fondo del Ballaric nos desviamos por la segunda opción, dura rampa que vira a la rececha y sigue siendo dura, no cesa de ascender cuando pensábamos que ya iniciaríamos el descenso hacia la ermita.
Al alcanzar el cénit del camino, nos detenemos para observar la preciosa vista del litoral mediterráneo que ofrece Sitges con Vilanova más al fondo.
La frondosidad del bosque nos impide tener una bonita estampa, pero aun así entre su ramaje se asoma la esbelta iglesia de Sitges.


Vistas del litoral, en primer plano Sitges y su iglesia, al fondo se adivina Vilanova
 
Ahora sí el camino parece definitivamente descender, y además vertiginosamente, el camino es muy pedregoso debido a las lluvias que han arrastrado la poca tierra.
Ahora ya se pone en paralelo al mar, y de nuevo nos ofrece unas vistas de ensueño.





Vistas de ensueño al mar






La carretera de las costas del Garraf quedan justo debajo nuestro, debajo de la carretera está la via de tren y debajo de la vías del tren aparece el mar.




 
 
 
Carretera de las costas del Garraf
 
Seguimos descendiendo hasta alcanzar en una leva subida el repetidor de la ermita, desde donde de nuevo las vistas al sur, dirección Sitges, se antojan excelentes, imponente y espectacular mirador.
 




Repetidor de la ermita (foto derecha), un espectacular mirador hacia Salou (foto izquierda)




Descendemos unos metros y nos encontramos con el sendero que desemboca en la preciosa ermita de La Trinitat, una ermita de la cual ya se hablaba en 1375.
Descendemos por una escalera y aparece ante nostros un espectacular edificio modernista.
Avanzamos por el estrecho sendero hasta la punta de la Ferrosa, desde donde se ve todo el litoral mediterráneo, desde el Llobregat hasta Salou.


La ermita de La Trinitat
 

Edificio modernista junto a la ermita
 

 


Punta de la Ferrosa (foto izquierda), señalando el sendero impracticable que lleva a la cantera (foto derecha)




 
Vista desde la punta de La Ferrosa hacia el Llobregat

Un sendero desciende en picado hasta la cantera, es un sendero impracticable e incluso duro para los excursionistas, así que decidimos realizar el descenso por el camino asfaltado que, también en atrevida declinación desemboca en la carretera de las costa del Garraf.
Debemos recorrer esta carretera un par de kilómetros hasta la cementera de Vallcarca, lo hacemos con rapidez porque además la carretera acompaña y lleva un leve descenso.
Nos adentramos hacia la cementera pasando por debajo de la carretera que hemos traído, las costas del Garraf, y por debajo de la autovía C-32.
Siguiendo los indicadores hacia Campdàsens volvemos a cruzar la autovía C32, ahora hacia el mar, y enseguida se inicia un ascenso con horquillas hacia el sur y hacia el norte y así sucesivamente como si del puerto Alpe d'Huez se tratase; iniciamos el mismo camino que en otra ocasión hicimos en julio de este mismo año (ver) pero al contrario, hoy toca ascender.
Una vez superado el fuerte desnivel el camino suaviza, cosa que aprovechamos para reponer fuerzas comiendo algunas barritas.
Siguiendo el camino pasamos por encima de la C-32, sobre el túnel del Castellot y enseguida cruzamos Can Amell.
 


 
Can Amell
 
El camino sigue en ligero ascenso, enseguida cruzamos por Campdàsens dejando a nuestra derecha el camino ciclable que desciende a la cantera y pueblo de Garraf.
 
 
Campdàsens

No vamos a tardar mucho en divisar al fondo y en alto la masía de Can Lluçà, la verdad es que no parece que exista el desnivel que realmente hay.
El camino se va haciendo poco a poco duro, y de golpe, faltando un kilómetro más o menos para alcanzar Can Lluçà es cuando realmente nos encontramos de nuevo una dura rampa con difíciles desniveles del 19%, de hecho está cementada posiblemente para habilitar el acceso de vehículos en condiciones meteorológicas desfavorables.
Llegamos a Can Lluçà, y sin descansar iniciamos el descenso donde vamos estirando los músculos para resarcirnos de la dura subida.
Ya solo nos queda seguir el camino hasta el complejo Casanova, primero dejamos a nuestra derecha el sendero que lleva al coll de Vallgrasa que en otras ocasiones hemos tomado, hoy seguimos rectos.
Así desembocamos de nuevo en el camino de Sitges a la Plana Novella, a nuestra izquierda queda la bajada a la ermita de la Trinitat.
Nos queda descender hasta la Fassina, y subir el duro matamachos del 19% que tanto se atraganta, un ascenso sin sombras, de resbaladizo suelo con piedra suelta y con fuertes golpes de aire, sobre todo en su parte superior llegando al cruce de Quatre Camins.
Una vez alcanzamos el punto alto de Quatre Camins, iniciamos el descenso por el camino de Mas Bargalló y Olivella, pero enseguida nos desviamos por un sendero a la izquierda que desemboca en la riera de Querol, mismo camino que iniciamos al principio del recorrido y que ahora hacemos en descenso hasta el campo de fútbol y de nuevo en Mas Milà.


Mapa del recorrido